Los equipos hechos por los humanos como un avión, una caldera, una tubería, un horno, una bomba de agua etc. hemos llegado a lograr que tengan una gran confiabilidad y se mide tanto por su funcionamiento, su tiempo de trabajo continuo, su mantenimiento y por su durabilidad y tiempo útil de vida.
Esos equipos confiables los ha creado y producido el hombre.
Bueno y la confiabilidad humana de las personas que producen esos equipos confiables me imagino también es muy alta, porque producir objetos confiables pues necesitas primero ser tú confiable, sin embargo, no hay la costumbre de medir esa confiabilidad humana, como hay la costumbre de medir la confiabilidad de esos equipos hechos por el hombre.
Medir la confiabilidad humana como lo hace la aviación en los pilotos, el sector salud con los médicos, como se hace con los músicos que tocan conciertos y con los deportistas muy cotizados. Lo correcto es llevar la contabilidad de la confiabilidad humana cada uno y en forma institucional también.
En los doctores, los músicos, los deportistas, los pilotos de aviación y de autos fórmula 1, llevan un control estricto de las actuaciones personales y se juzga la confiabilidad humana de cada uno, con resultados obtenidos y con coaching sobre prácticas, entrenamiento y desarrollo de talento.
Llevar una bitácora o diario es muy útil para aumentar nuestra confiabilidad, además nos sirve de terapia y nos ahorra el psiquiatra. Lecciones aprendidas, diálogo interior y lograr face reality, contacto pleno con la realidad sin adjetivos, es muy valioso.
¿Por qué no se hace con los directivos de las empresas, con los diputados, senadores, funcionarios públicos, presidentes, secretarios de sindicatos, abogados, mercadólogos, diseñadores de software, de equipos, de casas, de edificios, soldadores, carpinteros, mecánicos, choferes, chefs, etc si son igual o más trascendentes que deportistas, músicos y pilotos? Deberían formar parte de la profesión de cada uno, del oficio de cada uno.
Adivinen, ¿por qué?
Porque tenemos una cultura centrada en la culpabilidad y el castigo. Echar por debajo del tapete los errores para que no se noten y evitar el castigo. Que no se diga y que no se sepa que yo pude haber cometido un error. Y con esto se echa abajo la corrección oportuna de los errores para mañana y se vuelven a cometer y se vuelven a esconder.
¿Por qué tenemos una cultura centrada en la culpabilidad y la sanción en vez de tener una cultura centrada en la confiabilidad y el premio? Por el miedo. Por el estilo equivocado de los líderes, de los jefes.
Igualmente equivocado es dejar pasar los errores de manera irresponsable sin tratar de corregirlos en bien de las terceras personas, que reciben las consecuencias del error.
La culpabilidad y la sanción son para los que ocasionan daño importante en su ser físico y mental a los demás, no para los que están trabajando para producir lo mejor y dar lo mejor de sí mismos.
¿Por qué se confunde la medicina o el tratamiento de una culpabilidad para dañar a los demás, con una mal llamada culpabilidad de fallar en un trabajo meritorio trabajando?
Ser principiante no es ser culpable y el principiante no es tan confiable como el experto, siempre o casi siempre. Luego es normal la ruta de cometer algunos errores y de la mejora para los que así lo quieren.
Tarjeta amarilla es propia del futbol y debería ser lo correcto también en las empresas, en la casa, en los colegios y en el gobierno. Tarjeta amarilla con ayuda es lo mejor o bien tarjeta amarilla sin ayuda porque no se tiene, pero con tolerancia.
Tarjeta roja no es castigo es precaución para evitar daños mayores.
¿Por qué no se usa este sistema más generalizadamente?
Requiere de indicadores de desempeño, de entrenamiento, de sistemas de medición y de objetivos de mejora permanente.
En mis libros y cursos sobre Confiabilidad tratamos de manera muy amplia, esta cultura social, esta manera de ser, esta mentalidad. Más específicamente, les recomiendo mi libro enfocado a la Confiabilidad en el ámbito de la profesión, llamado “Modelo de Confiabilidad HO“, lo puedes conseguir aquí:
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